martes, 30 de octubre de 2012

Albertosaurus

 (Lagarto de alberta)
Albertosaurus 











Albertosaurus (en griego, "lagarto de Alberta") es un género de dinosaurio terópodo tiranosáurido que vivió en el oeste de Norteamérica a finales del período Cretácico, hace más de 70 millones de años. La especie tipo A. sarcophagus estaba restringida en el rango de lo que hoy es la provincia canadiense de Alberta, a la cual hace referencia el nombre del género. Existe cierto desacuerdo en la comunidad científica en cuanto al número de especies representadas en el género, que según el caso serían una o dos.
Al ser un tiranosáurido, los albertosaurios fueron depredadores bípedos con una gran cabeza, mandíbulas provistas de docenas de grandes dientes y pequeñas "manos" de dos dedos. Pudo haber sido el mayor depredador en la cadena alimenticia de su ecosistema local. Aunque sea relativamente grande para un terópodo, Albertosaurus era mucho más pequeño que su famoso pariente Tyrannosaurus, probablemente pesando tanto como un rinoceronte negro moderno.
Han sido descubiertos fósiles de más de 20 individuos, permitiendo a los científicos un conocimiento más detallado de la anatomía de Albertosaurus que la que se tiene de otros tiranosáuridos. El hallazgo de diez individuos juntos en un sitio, señala evidencia de comportamiento en grupos y permite estudios de su biología del desarrollo, imposibles con animales menos conocidos.



Descripción


Albertosaurus era de menor tamaño que los gigantescos tiranosáuridos más conocidos como Tarbosaurus y Tyrannosaurus. Los adultos alcanzaban aproximadamente 9 metros de largo,1 2 mientras que algunos individuos, los de mayor edad, habrían alcanzado los 10 metros.3 Varias estimaciones independientes sobre su masa, obtenidas mediante diferentes métodos, sugieren que un Albertosaurus adulto habría pesado entre 1,34 y 1,7 toneladas.5


Mandíbulas parciales de un Albertosaurus, expuestas en el Museo Real de Ontario.
Todos los tiranosáuridos, incluyendo a Albertosaurus, compartían una apariencia corporal similar típica para un terópodo. Albertosaurus era bípedo y balanceaba su pesada cabeza y tronco con una larga cola. Sin embargo, los miembros delanteros de los tiranosáuridos eran extremadamente pequeños para su tamaño y tenían solamente dos dedos. Los miembros traseros eran largos y terminaban en un pie de cuatro dedos. El primero de estos dedos era muy pequeño y se ubicaba en la parte posterior y sólo los otros tres se apoyaban en el suelo, con el dedo medio más largo que los demás.2 Albertosaurus puede haber podido alcanzar velocidades de 11 a 13 metros por segundo (40 a 48 km/h).6
[editar]Cráneo y dientes
El enorme cráneo de Albertosaurus, sostenido por un cuello corto con forma de S, medía aproximadamente 1 metro de largo en los adultos más grandes.7 Poseía unas amplias aberturas denominadas fenestras temporales, que reducían el peso de la cabeza, y proporcionaban áreas para la inserción de músculos y órganos sensoriales. Sus largas mandíbulas contenían más de 60 dientes con forma de banana, muchos en comparación a los tiranosáuridos más grandes que poseían menos dientes. A diferencia de la mayoría de terópodos, los tiranosáuridos fueron heterodontes, es decir los dientes tomaron diferentes formas dependiendo de su posición en la boca. Los dientes premaxilares en el extremo de la mandíbula superior eran mucho más pequeños que el resto, compactos y con forma de D en una sección de corte.2
Al igual que con Tyrannosaurus, los dientes del maxilar de Albertosaurus estaban adaptados en forma general para resistir las fuerzas laterales ejercidas por la lucha con una presa. La fuerza de la mordedura de Albertosaurus era menos formidable, sin embargo, la fuerza máxima ejercida por los dientes posteriores llegaba a 3413 Newton.8 Por encima de los ojos tenia pequeñas crestas óseas que pueden haber tenido un color brillante en vida y ser utilizadas en el cortejo para atraer a su pareja.6
William Abler observó en 2001 que las estrías de los diente de Albertosaurus son tan finas que pueden ser funcionalmente una grieta en el diente. Sin embargo, en la base de esta grieta hay un vacío redondo llamado ampolla que funcionaba para distribuir las fuerzas sobre una mayor área de superficie, lo que dificultaba la capacidad de la "grieta" formada por el dentado de propagarse a través del diente. En un examen de otros depredadores antiguos, como un fitosaurio y en Dimetrodon se ha encontrado de manera similar fracturas como estrías, pero no adaptaciones para la prevención de la propagación de grietas. Los dientes de los tiranosáuridos fueron usados ​​como discos de fijación para tirar de la carne de un cuerpo, en vez de funcionar como cuchillos que efectúan un corte. Los patrones de desgaste de los dientes insinúan que el comportamiento de sacudir la cabeza pueden haber estado involucrado en la alimentación de los tiranosáuridos. Cuando un tiranosáurido retiraba una pieza de carne, la fuerza tiende a empujar la punta del diente hacia la parte delantera de la boca y el anclado raíz que experimentan tensión en el lado posterior y compresión de la parte delantera. Esto normalmente ocasionaría en el diente la formación de grietas en la zona posterior lateral del diente, pero las ampollas en la base de las estrías tienden a disperzar las fuerzas formadoras de grietas. Esta forma se parece a las técnicas usadas por los luthier de guitarra de "alternar regiones de flexibilidad y rigidez a un palo de madera". El uso de una broca para crear una "ampolla" y prevenir la propagación de grietas a través de un material también se utiliza para proteger superficies de aviónes. Abler demostró que una barra de plexiglás con entalladuras y agujeros perforados fue un 25% más fuerte que una con sólo incisiones colocadas regularmente.9
[editar]Historia

El primer Albertosaurus fue encontrado por Joseph Burr Tyrrell durante unas prospecciones geológicas en 1884. Albertosaurus fue nombrado en 1905 por Henry Fairfield Osborn, del Museo Americano de Historia Natural, en una muy breve nota al final de su descripción de Tyrannosaurus rex. El nombre hace honor a Alberta, la provincia canadiense en la cual se encontraron los primeros restos. El nombre genérico también incorpora el término griego σαύρος (sauros, que significa "lagarto"), el sufijo más común en nombres de dinosaurio.10


Un cráneo de albertosáurino descubierto en Nuevo México, durante su preparación. Esta especie aún no descrita puede pertenecer al Albertosaurus.
La especie tipo de Albertosaurus es A. sarcophagus, también nombrada por Osborn en 1905. El nombre significa "comedor de carne" y tiene la misma etimología que el contenedor funerario sarcófago, con el cual comparte su nombre: una combinación de las palabras del griego antiguo σάρξ (sarx, que significa "carne") y φάγειν (fagein, que significa "comer").10 Se conocen más de 30 especímenes de diversas edades.11 3
[editar]Primeros descubrimientos
El espécimen tipo es un cráneo parcial, recolectado en 1884 de un afloramiento junto al río Red Deer en Alberta. Este espécimen, encontrado el 9 de junio de 1884, fue recuperado por una expedición del Instituto Geológico de Canadá, dirigido por el famoso geólogo Joseph Burr Tyrrell. Debido a la falta de equipo especializado del cráneo casi completo sólo podría ser parcialmente asegurado. En 1889, el colega de Tyrell Thomas Chesmer Weston encontro un cráneo incompleto adicional más pequeño y algo más de material esquelético en una locación cercana.12 Este espécimen es ahora guardado en el Museo Canadiense de Naturaleza. Los dos cráneos fueron asignados a la especie Laelaps incrassatus por Edward Drinker Cope en 1892.13 Sin embargo, en 1877 el nombre Laelaps ya había sido asignado a un género de ácaro, por lo que fue sustituido y rebautizado como Dryptosaurus por el rival de Cope, Othniel Charles Marsh, aunque Cope rechazó aceptar el nuevo nombre. Lawrence Lambe desplazó a Laelaps incrassatus al género Dryptosaurus, donde describió los resto en detalle entre 1903 y 1904.14 una combinación por primera vez acuñada por Oliver Perry Hay en 1902.15 Finalmente, puesto que el D. incrassatus se basaba solamente en dientes genéricos de tiranosáurido que no podían indicar fácilmente su asignación a una especie en particula. Los cráneos del Cañón Horseshoe difieren notablemente de los restos de Dryptosaurus aquilunguis, especie tipo del Dryptosaurus, por lo que Osborn creó el nuevo nombre Albertosaurus sarcophagus para ellos en 1905. No describió los restos con mucho detalle, citando la descripción completa de Lambe el año anterior.10 Ambos ejemplares, el holotipo CMN 5600 y el paratipo CMN 5601, se almacenan en el Museo Canadiense de la Naturaleza en Ottawa. A principios del siglo XXI han aparecido algunas preocupaciones que, debido al estado dañado del holotipo, Albertosaurus podría ser un nomen dubium, un "nombre dudoso" que sólo podía ser utilizado para el espécimen tipo en sí, porque otros fósiles no podría ser asignado a la misma de manera confiable. Sin embargo, en 2010 Thomas Carr estableció que el holotipo, el paratipo y los posteriores ejemplares comparables encontrados compartían un rasgo común único o autapomorfía, la posesión de una apertura neumática amplia en el borde posterior de un lado del hueso palatino, lo que demuestra que Albertosaurus era un taxón válido.16


Cráneo parcial del primer Albertosaurio descubierto por Joseph Burr Tyrrell.
[editar]La cama de Huesos de Dry Island
En 1910, el paleontólogo estadounidense Barnum Brown desenterró los restos de un gran grupo de Albertosaurus en otra cantera junto al río Red Deer. A causa del gran número de huesos y del limitado tiempo disponible, el equipo de Brown no alcanzó a recolectar cada espécimen, pero se aseguró de recolectar los huesos de todos los individuos presentes. Entre muchos otros huesos depositados en las colecciones del Museo Americano de Historia Natural en Nueva York, caben destacar siete series de metatarsos derechos, junto con dos huesos aislados del dedo de la pata que no encajan con ninguno de los metatarsos en tamaño. Esto indica la presencia de por lo menos 9 individuos en la cantera. El Museo Real Tyrrell de Paleontología redescubrió el sitio en 1997 y reanudó el trabajo de campo, en el sitio ahora localizado en el Parque Provincial de Dry Island Buffalo Jump.17 Las excavaciones posteriores desde 1997 a 2005 permitió recuperar los restos de trece individuos más de muchas edades, de un pequeño de dos años de edad y un ejemplar anciano que se estima en más de 10 metros de longitud. Ninguno de estos individuos se conocen a partir de esqueletos completos, y la mayoría están representados por restos en ambos museos.4 3 Las excavaciones continuaron hasta 2008, cuando el número mínimo de individuos presentes se había establecido en doce, sobre la base de los elementos conservados que aparecen una sola vez en un esqueleto, y en veintiséis si se cuentan los restos que difieren en tamaño debido a la ontogenia. Un total de 1128 huesos de Albertosaurus han sido recuperados, la mayor concentración de fósiles de grandes terópodos conocidos del Cretácico.18
[editar]Otros descubrimientos
Un espécimen originalmente nombrado como A. arctunguis fue también hallado cerca del río Red Deer basado en un esqueleto parcial al que le falta el cráneo, excavado por Gus Lindblad y Ralph Hornell en 1923 y se encuentra depositado actualmente en el Museo Real de Ontario en Toronto, Canadá.19 Pero esta especie es considerad indentica a A. sarcophagus desde 1970.1 Entre 1926 y 1972, ningún fósil de Albertosaurus fue encontrado, pero desde los años 70 ha habido un aumento constante en el material conocido. Seis cráneos y esqueletos más han sido hallados desde entonces en Alberta fuera de la Isla Dry y depositados en otros museos canadienses. Estos especímenes son RTMP 81.010.001, encontrado en 1978 por paleontólogo amateur Maurice Stefanuk, RTMP 85.098.001, encontrado por Stefanuk el 16 de junio de 1985, RTMP 86.64.001 de diciembre de 1985, RTMP 86.205.001 en 1986, RTMP 97.058.0001 en 1996, y CMN 11315. Debido al vandalismo y accidentes sin embargo, no se hallaron cráneos completo y en buen estado entre estos hallazgos.12 Distintos fósiles han sido reportados en los estados de EEUU como Montana, Nuevo México y Wyoming, pero probablemente no representen a A. sarcophagus y pueden incluso no pertenecen al género Albertosaurus.2 11
Todos los fósiles identificables de Albertosaurus sarcophagus se conocen de la Formación del Cañón de Herradura en Alberta. Esta formación data de comienzos de la época Mastrichtiana del Cretácico superior, unos 70 a 73 millones de años atrás. Muchos otros dinosaurios han sido encontrados ahí, incluyendo terópodos más pequeños como Ornithomimus, Chirostenotes y varios dromeosáuridos, y con una amplia variedad de herbívoros como anquilosaurios, ceratopsianos, paquicefalosaurios y hadrosáuridos. Fósiles de Albertosaurus han sido también reportados de los estados estadounidenses de Montana, Nuevo México, y Wyoming, pero estos probablemente no representan al A. sarcophagus y pueden no pertenecer al género Albertosaurus.2 11

Clacificación 


Albertosaurus es un miembro de la familia de terópodos Tyrannosauridae. Dentro de esta familia, Albertosaurus sarcophagus es normalmente clasificado con el levemente más antiguo Gorgosaurus libratus (a veces llamado Albertosaurus libratus) en la subfamilia Albertosaurinae.11 Estas dos especies son los únicos albertosaurinos descritos, aunque otras especies no descritas pueden existir.20 Al Appalachiosaurus se lo ha ubicado como albertosáurino en al menos un estudio de Thomas Holtz en 2004,2 aunque esto es discutido.21 En un trabajo inédito más reciente Holtz lo localiza apenas por afuera de Tyrannosauridae,22 de común acuerdo con otros autores.23 El cladograma que refleja las relaciones descriptas es el siguiente:
Tyrannosauridae

Tyrannosaurinae

 Albertosaurinae

Albertosaurus


Gorgosaurus



Los albertosáurinos eran más delgados que los robustos tiranosáurinos, como tarbosaurio, tiranosaurio y daspletosaurio, con cráneos proporcionalmente más pequeños y huesos más largos de la pierna (tibia) y pies (metatarsos y falanges).7 24
[editar]Gorgosaurus libratus
En 1913, el paleontólogo Charles Hazelius Sternberg descubrió otro esqueleto de tiranosáurido en unos sedimentos algo más antiguos situados en Alberta. Este dinosaurio fue nombrado como Gorgosaurus libratus en 1914 por Lawrence Lambe.25 Al haber hallado unas pocas diferencias para separar los dos géneros, Dale Russell declaró al Gorgosaurus un sinónimo de Albertosaurus en 1970, creando la nueva combinación Albertosaurus libratus. Este hecho dio lugar a la ampliación del rango temporal (varios millones de años atrás) y del rango geográfico (cientos de km hacia el Sur) de este género.1
Un examen más reciente de Albertosaurus y de Gorgosaurus ha puesto en duda la sinonimia propuesta por Russell. En 2003, Phil Currie y sus colegas examinaron los cráneos de las dos especies y llegaron a la conclusión de que ambos géneros deben mantenerse, aunque reconocieron que los dos géneros son taxones hermanos y que la distinción es por consiguiente muy arbitraria. Sin embargo, de acuerdo con Currie, Albertosaurus y Gorgosaurus no son más similares que lo que lo son Daspletosaurus y Tyrannosaurus, casi siempre considerados géneros independientes. Además, varios especímenes sin describir de albertosáurinos han sido hallados en otras partes de Norteamérica, incluyendo Alaska y Nuevo México, así que Currie ha recomendado dejar a estos dos géneros separados hasta obtener más información al respecto.11 Muchos autores desde entonces han seguido la recomendación de Currie,2 4 26 pero otros no.21
[editar]Especies inválidas
Han sido nombradas algunas otras especies de Albertosaurus que posteriormente han resultado ser inválidas. William Parks describió un esqueleto parcial hallado en Alberta como Albertosaurus arctunguis en 1928,19 pero actualmente es considerado un sinónimo de A. sarcophagus.1 El espécimen de Parks (ROM 807) se mantiene en el Museo Real de Ontario en Toronto.
Aparte de A. sarcophagus, A. arctunguis y A. libratus varias otras especies de Albertosaurus han sido nombrados. Todos ellos son hoy vistos como sinónimos junior de otras especies o como nomina dubia, y no se asignan a Albertosaurus. En 1930, Anatoly Nikolaevich Riabinin llamado Albertosaurus pericolosus sobre la base de un diente de China, probablemente perteneciente a Tarbosaurus.27 Friedrich von Huene renombro a Dryptosaurus incrassatus, no considerado un nomen dubium por él, como Albertosaurus incrassatus en 1932.28 Debido al haber identificado a Gorgosaurus con Albertosaurus, Russell en 1970 renombro también a Gorgosaurus sternbergi Matthew & Brown 1922 como Albertosaurus sternbergi y Gorgosaurus lancensis Gilmore 1946 como Albertosaurus lancensis.1 La primera especie hoy es vista como una forma juvenil de Gorgosaurus libratus y la ultima en identificada como Tyrannosaurus o representando el géneor separado de Nanotyrannus. La especie Albertosaurus megagracilis nombrada en 1988 por Gregory S. Paul basandoce en un esqueleto e un tiranosáurido pequeño, el especimen LACM 28345, de la Formación Hell Creek de Montana.29 Esta fue renombrada como Dinotyrannus en 1995.30 ), pero actualmente se cree que fue un juvenil de Tyrannosaurus.31 7 TAmbién en 1988, Paul renombr a Alectrosaurus olseni Gilmore 1933 como Albertosaurus olseni,29 pero esto no fue aceptado por la mayoria. En 1989, Gorgosaurus novojilovi Maleev 1955 fue rebautizado por Bryn Mader y Robert Bradley como Albertosaurus novojilovi,32 aunque hoy se lo considera como sinónimo de Tarbosaurus
En dos ocasiones, las especies basadas en el material válido de Albertosaurus fueron reasignados a un género diferente. En 1922 William Diller Matthew rebautizo a A. sarcophagus como Deinodon sarcophagus33 y en 1939 el paleontólogo alemán Oskar Kuhn renombro A. arctunguis como Deinodon arctunguis.34

Paleobiología 


Como muchos otros tiranosáuridos, Albertosaurus ha sido estudiado exhaustivamente a través de diversos especímenes diferentes, permitiendo estudios detallados sobre su vida y proporcionando evidencias sobre su comportamiento.
[editar]Patrones de crecimiento


Un gráfico mostrando las curvas hipotéticas de crecimiento (masa corporal versus edad) de cuatro tiranosáuridos. La del Albertosaurus está dibujada en rojo. Basado en Erickson et al. 2004.
Casi la totalidad de las edades de Albertosaurus están representadas en el registro fósil. Por medio de estudios histológicos de los huesos se puede determinar casi siempre la edad de un individuo en el momento de su muerte, permitiéndonos así estimar los ritmos de crecimiento y compararlos con los de otras especies. Recientemente ha sido hallado un fósil de Albertosaurus de dos años de edad, el más joven hallado hasta el momento, en la cama de huesos de Dry Island que ha sido re-abierta, que debió pesar cerca de 50 kilogramos y medir 2 metros de largo. Otro espécimen de la misma cantera es el más viejo, teniendo alrededor de 28 años de edad y unos 10 metros de largo. Un espécimen de 24 años de edad de la colección del Museo Tyrrell de Paleontología habría pesado aproximadamente 1,14 toneladas. Sin embargo, otro individuo de 1,28 toneladas, que se encuentra en la colección del Museo Americano de Historia Natural tenía 22 años de edad cuando murió. Cuando se estudian especímenes de edad y tamaño intermedios, representándose su curva de crecimiento, obtenemos una gráfica en forma de S, donde la mayor tasa de crecimiento se produce en un período de 4 años, que finaliza alrededor de los 16 años, como se observa en otros tiranosáuridos. La tasa de crecimiento durante esta fase se estima en un aumento de 122 kg por año. Otros tiranosáuridos de tamaño similar muestran un ritmo de crecimiento parecido, pero el ritmo es mucho más bajo que el de Tyrannosaurus, el cual crecía casi ocho veces más rápido (601 kg por año) durante esta fase de crecimiento.3 Albertosaurus parece alcanzar la madurez esquelética, a los 16 años de edad, la misma está marcada por el fin de la fase de rápido crecimiento, que al parecer también era la edad donde alcanzaba su madurez sexual, sin embargo el crecimiento continuaba a un ritmo lento a lo largo de la vida de los animales.4 3 El alcanzar la madurez sexual cuando el crecimiento todavía es activo parece ser una característica compartida entre dinosaurios pequeños35 y grandes36 así como en mamíferos grandes tales como seres humanos y elefantes.36 Este patrón de maduración sexual relativamente temprana se diferencia llamativamente del patrón en los pájaros, que retrasan su madurez sexual hasta después de que hayan acabado el crecimiento.26 36
Durante el crecimiento, el engrosamiento en la morfología de los dientes los hace cambiar tanto, que de no haber habido una asociación de esqueletos jóvenes y adultos en la la cama de huesos de Dry Island que probara su pertenencia a un mismo taxón, es probable que los dientes de los menores hubieran sido identificados por el análisis estadístico como los de una especie diferente.37
[editar]Biología del desarrollo
La mayoría de los albertosaurios conocidos tenían alrededor de catorce años o más al momento de su muerte. Los animales juveniles rara vez son encontrados fosilizados, principalmente por un caso de muestreo sesgado, donde es menos probable que los huesos más pequeños de los animales más jóvenes sean preservado por la fosilización que los huesos más grandes de adultos, y que los huesos pequeños son más difíciles de ser notados por los recolectores en el campo.38 Aún así los albertosaurios jóvenes son relativamente grandes para ser animales juveniles, pero sus restos son raros en el registro fósil comparado con los adultos. Se ha sugerido que este fenómeno es una consecuencia de la biología del desarrollo y que los fósiles de albertosaurios jóvenes sean raros porque simplemente no murieron tan a menudo como los adultos.3
Una hipótesis postula que luego de una eclosión masiva los pequeños albertosarios murieron en grandes números, pero no se ha preservado en el registro fósil debido a su pequeño tamaño y fragilidad. Después de apenas dos años, los jóvenes eran más grandes que cualquier otro depredador en la región aparte del albertosaurio adulto, y más veloces que la mayoría de sus presas. Esto dio lugar a una disminución dramática de su tasa de mortalidad correspondiente a la rareza de los fósiles. Las tasas de mortalidad se duplican al llegar a los doce años, quizás como resultado de las demandas fisiológicas de la fase de crecimiento rápido, y después se vuelve a duplicar otra vez con el inicio de la madurez sexual entre las edades de catorce y dieciséis años. Esta tasa de mortalidad alta continúa a través de edad adulta, quizás debido a las altas demandas fisiológicas, tensión y lesiones recibidas durante la competición intraespecífica para conseguir compañeros y recursos, y eventualmente los efectos cada vez mayores de la senescencia. La tasa de mortalidad más alta en adultos puede explicar su preservación más común. Los animales muy grandes eran raros porque pocos individuos sobrevivieron bastante tiempo para lograr tales tamaños. Las altas tasas de mortalidad infantil, seguidas por mortalidad reducida entre jóvenes y un aumento repentino en mortalidad después de madurez sexual, con muy pocos animales alcanzando tamaño máximo, son un patrón observado en muchos mamíferos grandes modernos, incluyendo elefantes, búfalo africano, y rinoceronte. El mismo patrón también se considera en otros tiranosáuridos. Como conclusión y comparando con los animales modernos y lo que se sabe de otros tiranosáuridos parece apoyar a esta hipótesis anteriormente detallada de biología del desarrollo, pero el sesgo en el registro fósil pueden todavía desempeñar un papel importante, especialmente a partir de que más de dos tercios de todo los especímenes de albertosaurios se conocen a partir de un lugar.3 26 39
[editar]Comportamiento en manada
La capa de huesos del Albertosaurus descubierta por Barnum Brown y su equipo contiene los restos de entre 10 a 26 individuos. La mayor cantidad de individuos encontrados en una locación de cualquier terópodo grande del Cretácico, y la segunda mayor cantidad de cualquier dinosaurio terópodo grande detrás de los Allosaurus encontrados en la Cantera de dinosaurios de Cleveland Lloyd en Utah. El grupo estaba compuesto por un solo adulto mayor, 8 adultos entre 17 y 23 años, 7 sub-adultos que se encontraban en la fase de crecimiento rápido de entre 12 y 16 años y 6 ejemplares juveniles de entre 2 y 11 años, que aun no habían entrado en esta fase.4


Escultura en bronce de la manada, Museo Tyrell, creada por Brian Cooley en 200740
La ausencia de restos de herbívoros en las inmediaciones y el estado similar de preservación entre los muchos individuos de la cantera de capa de huesos de Albertosaurus llevó a Currie a la conclusión de que la localidad no fue una "trampa de depredadores" como Rancho La Brea en California, y que todos los animales hallados murieron al mismo tiempo, proporcionando evidencias de un comportamiento en manada.17 Otros científicos son escépticos al respecto, señalando que los animales pudieron haberse agrupado por una inundación u otras causas.3 38 41
Existen numerosas evidencias de un comportamiento gregario entre dinosaurios herbívoros, incluyendo ceratopsianos y hadrosaurios.42 Por el contrario, solo en raras ocasiones se han hallado varios dinosaurios depredadores en un mismo sitio. Pequeños terópodos como Coelophysis bauri, Deinonychus antirrhopus43 y Megapnosaurus rhodesiensis44 han sido encontrados en grupos, cuando hay depredadores más grandes como Allosaurus fragilis o Mapusaurus roseae.45 También existen ciertas evidencias de comportamiento gregario en otros tiranosáuridos. Restos fragmentarios de individuos más pequeños fueron encontrados junto a "Sue", Tyrannosaurus rex montado en el Museo Field de Historia Natural en Chicago. Una capa de huesos en la Formación Two Medicine de Montana contenía al menos tres especímenes de una especie no nombrada de Daspletosaurus, preservados junto a varios hadrosaurios.46 Estos hallazgos pueden corroborar la evidencia de un comportamiento social en Albertosaurus, aunque algunos o todos los lugares ya mencionados pueden representar agregaciones temporales o no naturales.17 Otros han especulado que en vez de grupos sociales, por lo menos algunos de estos hallazgos representan caso de frenesí alimentario similar a los del dragones de Cómodo sobre reses muertas, donde los carnívoros compiten agresivamente, pudiendo morir alguno en las luchas sobre el cual el resto practica el canibalismo.38
Currie también realizó algunas especulaciones acerca de los hábitos de caza en grupo de Albertosaurus. Las proporciones de las extremidades inferiores de los individuos más pequeños son comparables a las de los ornitomímidos, los cuales estuvieron probablemente entre los dinosaurios más veloces. El albertosaurio más joven era probablemente tan rápido como su presa, entre las que se podrían incluir ceratopsianos y hadrosaurios. Currie sugirió que los miembros más jóvenes de la manada podrían ser los responsables de conducir la presa hacia los adultos, que eran más grandes y fuertes, pero también más lentos.17 Los jóvenes debieron tener una forma de vida distinta a la de los adultos, ocupando el espacio como depredador entre los enormes adultos y los terópodos contemporáneos más pequeños, el mayor de ellos tenía una masa dos veces menor que Albertosaurus.2 Una situación similar se observa en los dragones de Komodo modernos, con los jóvenes comenzando su vida como pequeños insectívoros para luego convertirse en los depredadores dominantes en sus islas.47 Sin embargo, como la preservación del comportamiento en el registro fósil es extremadamente rara, esta idea no puede ser probada fácilmente. En 2010, Currie, aunque todavía apoyando la hipótesis de la manada de caza, admitió que la concentración podría haber sido provocada por otras causas, como por ejemplo un nivel de agua que aumenta lentamente durante una inundación prolongada.48
[editar]Paleopatología
En 2009, los investigadores propusieron la hipótesis de que los agujeros de bordes lisos que se encuentran en las mandíbulas fósiles de tiranosáuridos como Albertosaurus fueron causadas por un parásito similar al Trichomonas gallinae que infecta a las aves. Ellos sugirieron que los tiranosáuridos se transmitían la infección al morderse unos a otros y que la infección deterioraba su capacidad de comer sus alimentos.49
En 2001, Bruce Rothschild et al publicarón un estudio sobre las evidencia de Fracturas por stress y avulsión de tendones en dinosaurios terópodo y sus implicaciones en el desarrollo. Ellos encontraron que solo uno de los 319 huesos de los pies de Albertosaurus estudiados presentaba fracturas por estrés y en ninguno de los huesos de las manos. Los científicos encontraron que el estrés causaba significativamente menos lesiones en Albertosaurus que en el carnosaurio Allosaurus.50 ROM 807, el holotipo de A. arctunguis, ahora considerado A. sarcophagus, tiene un orificio profundo de 2,5 por 3.5 centímetros en el ilion, aunque quien describiera los fósiles no consideron esto como patológico . El espécimen también posee algo e exostosis en el cuarto metatarciano izquierdo. Dos de los cinco especimenes de Albertosaurus sarcophagus con humero en 1970 fueron reportados por Dale Russel como teniendo algún daño patológico en ellos.51
En 2010 se realizo un informe sobre la salud de los Albertosaurus de Dry Island. La mayoría de las muestras no mostró ningún signo de enfermedad. En tres falanges de los pies aparecieron espolones óseos extraños, que consta de osificación anormal de los tendones, los llamados entesofitos, estuvieron presentes, su causa desconocida. Dos costillas y un segmento del vientre mostraba signos de fractura y curación. Un ejemplar adulto tenía en la mandíbula inferior izquierdo una herida de punción y dos marcas de la mordedura curadas y sin curar. El bajo número de anomalías se compara favorablemente con el estado de salud de la población de Majungasaurus en la que en 2007 se estableció que el 19% de los individuos presentaron patologías óseas.52

Paleoecología 


Todos los fósiles identificables como A. sarcophagus son conocidos de Formación Cañón Horseshoe en Alberta. Esta formación geológica datada entre el Mastrichtiano temprano durante el periodo Cretácico superior, hace aproximadamente 73 a 70 millones de años. Inmediatamente debajo de esta formación está la pizarra de Bearpaw, a una formación de origen marino que representa una sección del vía marítima interior occidental. La vía marítima retrocedió cuando la temperatura promedio del año retrocedio a finales del Cretácico haciéndose más frío y los niveles del mar disminuyeron a final del cretáceo, exponiendo la tierra que había sido previamente subacuática. No era un proceso parejo, y la vía marítima ingresaría periódicamente para cubrir las partes de la región a través del Cañón Horseshoe antes de finalmente de retroceder completamente con posterioridad. Debido a los cambios en los niveles del mar, muchos entornos diferentes están representados en la Formación Cañón Horseshoe, incluidos los hábitats marinos de alta mar y cercanos a la costa y los hábitats como lagunas, estuarios y zonas de maeras. Numerosas vetas de carbón representan antiguos pantanos de turba. Como la mayoría de los otros fósiles de vertebrados de la formación, los restos de Albertosaurus se encuentran en los depósitos establecidos en los deltas y llanuras de inundación de los grandes ríos durante la segunda mitad del período abarcado por la formación geológica.53
La fauna de Formación Cañón Horseshoe es bien conocida, contiene vertebrados fósiles, incluyendo comúnmente dinosaurios entre estos. Tiburones, rayas, esturiones, Amiiformes, Lepisosteiformes y el símil Lepisosteiformes Aspidorhynchus formando parte de la fauna ictícola. Los mamíferos incluyen a multituberculados y el marsupial Didelphodon. El plesiosaurio marino Leurospondylus se ha encontrado en rocas de la Formación Cañón Horseshoe, con los ambientes de agua dulce donde abundaban tortugas, Champsosaurus y crocodilos como Leidyosuchus y Stangerochampsa. Los dinosaurios dominaban la fauna, especialmente hadrosáuridos, cuáles componen la mitad de todos los dinosaurios conocidos, incluyendo los géneros Edmontosaurus, Saurolophus y Hypacrosaurus. Ceratopsianos u ornitomímidos eran también comunes, junto componiendo otra tercera parte de la fauna. Junto con los mucho más raros anquilosáuridos y paquicefalosáuridos, todos estos animales habrían sido presa para una variedad diversa de terópodos carnívoros, incluyendo troodóntidos, dromeosáuridos, y cenagnátidos.53 54 Mezclados con los restos de Albertosaurus de la cama de huesos de Dry Island, los huesos del pequeño terópodo Albertonykus fueron encontrados.55 Los Albertosaurus adultos son los principales predadores en este ambiente, con los juveniles posiblemente ocupando nichos intermedios.53







Acrocanthosaurus

(Lagarto de espinas altas)
Acrocanthosaurus 













Acrocanthosaurus (gr. "lagarto de espinas altas") es un género representado por una sola especie de dinosaurio terópodo alosauroide que existió a mediados del períodoCretácico, hace aproximadamente 110 millones de años, durante el Albiano, en lo que hoy es Norteamérica. Al igual que muchos géneros de dinosaurio, el acrocantosaurio contiene una sola especie, A. atokensis. Sus restos fósiles han sido hallados en los estados de Oklahoma y Texas, mientras que dientes atribuidos a este género proceden de Maryland.
El acrocantosaurio era un depredador bípedo, y como el nombre indica, se lo conoce principalmente por sus apófisis espinosa, ubicadas en muchas de sus vértebras, y que parecen haber sostenido una "joroba" encima del cuello, espalda y caderas del animal. El acrocantosaurio fue uno de los terópodos más grandes, con unos 12 metros de largo, y un peso de hasta 5.6 toneladas.1 Grandes huellas fósiles descubiertas en Texas pudieron pertenecer al acrocantosaurio, aunque no se las ha asociado directamente con esqueletos.
Una serie de descubrimientos recientes han permitido clarificar muchos detalles de su anatomía, como también realizar estudios detallados de su estructura cerebral y la función de sus miembros delanteros. Sin embargo, persiste el debate sobre sus relaciones evolucionarias, mientras que algunos científicos lo clasifican como unalosáurido, otros en cambio sostienen que es un carcarodontosáurido. El acrocantosaurio era el téropodo más grande de su ecosistema y posiblemente unsuperpredador que dio caza a grandes saurópodos y ornitópodos.

Descripción

Aunque era más pequeño que su pariente el giganotosaurio, el acrocantosaurio fue uno de los terópodos más grandes que han existido. El individuo más grande que se ha descubierto alcanzó 11,5 metros de longitud y un peso estimado de 5.672 kilos, y su cráneo medía aproximadamente 1,3 metros de largo.2 1
El cráneo del acrocantosaurio, al igual que el de otros alosáuridos, era largo, bajo y estrecho. Un agujero en frente de su cuenca ocular conocido como fenestra anteorbital, le permitía reducir un tanto su peso, dicha abertura era muy grande y medía más de un cuarto de la longitud craneal y dos tercios de su altura. La superficie externa del maxilar y el lado superior del hueso nasal, justo al tope del hocico, no poseían una textura rugosa como en el giganotosaurio o el carcarodontosaurio. De los huesos nasales partían largos y cortos bordes que recorrían ambos lados del hocico hasta detrás de los ojos, donde continuaban sobre los huesos lagrimales.2 Esto es un rasgo característico de todos los alosauroides.3A diferencia del alosaurio, no se presentaba una prominente cresta sobre el hueso lagrimal que se ubicaba frente a los ojos. Los huesos lagrimales y postorbitales se encuentran formando un arco superciliar encima del ojo, al igual que en los carcarodontosáuridosabelisáuridos. Diecinueve dientes curvos y aserrados se insertaban a cada lado de la mandíbula superior, pero no se ha publicado aún la cantidad que hay en la mandíbula inferior. Los dientes del acrocantosaurio eran más anchos que los del carcarodontosaurio y no tenían la textura rugosa que distinguía a los carcarodontosáuridos. El dental fue cuadrado fuera del borde frontal, como en el giganotosaurio, y poco profundo, a diferencia del resto de la mandíbula que es muy profunda. El acrocantosaurio y el giganotosaurio poseen un grueso borde horizontal en el lado externo del hueso surangular de la mandíbula inferior, debajo de la articulación temporomandibular.2
Reconstrucción artística de un acrocantosaurio.
Lo que más destaca al acrocantosaurio es su fila de altas espinas neurales que se localizan en las vértebras desde el cuello hasta el final de la cola, midiendo hasta 2,5 veces la altura de la vertebra.4 Otros dinosaurios también poseían espinas similares en su espalda, las de algunos siendo mucho más altas que las del acrocantosaurio, como por ejemplo, las delespinosaurio, las cuales medían casi 2 metros de altura y eran 11 veces más altas que el cuerpo de la vértebra.5 Estas se diferenciaban también de las del acrocantosaurio porque formaban una "vela" de piel, mientras en las bajas espinas del acrocantosaurio se ataban poderosos músculos, como es el caso de los bisontes modernos, que formaban una joroba alta y gruesa.4 La función de estas espinas permanece desconocida, aunque probablemente pudieron servir para la comunicación, almacenamiento de grasa, o termorregulación. Todas las vértebras cervicales y dorsales tenían grandes depresiones (pleurocelas) a los lados, mientras las caudales se dotaban de unas más pequeñas. Esto es una característica más distintiva de los carcarodontosáuridos que de los alosáuridos.6
Sin contar las vértebras, el acrocantosaurio poseía el típico esqueleto de los alosauroides. Era bípedo, con una cola larga y poderosa que balanceaba al cuerpo y la cabeza, manteniendo el centro de gravedad sobre las caderas. Sus brazos eran más cortos y robustos que los del alosaurio pero se asemejaban en otros aspectos al estar provistos de tres dedos con garras en cada mano. A diferencia de muchos dinosaurios veloces más pequeños, el fémur era más largo que la tibia y el metatarso,2 6 demostrando que el acrocantosaurio no era un rápido corredor.7 No es de sorprender que los huesos de las patas del acrocantosaurio eran más robustos que los de su pequeño pariente el alosaurio. Cada pie poseía cuatros dedos, de los cuales tres contactaban con el suelo y uno se mantenía al aire.26

Historia

Acrocanthosaurus fue nombrado por sus altas espinas neurales, del griego ακρα/akra ("alta"), ακανθα/akantha ("espina") yσαυρος/sauros ("lagarto").8 Solo hay una especie descrita (A. atokensis), nombrada por el condado de Atoka en Oklahoma, donde los primeros especímenes fueron encontrados. El nombre fue acuñado en 1950 por los paleontólogos estadounidenses J. Willis Stovall yWann Langston, Jr.4 Langston propuso el nombre "Acracanthus atokaensis" en su tesis inédita de maestría de 1947,9 10 pero el nombre se cambió a Acrocanthosaurus atokensis en la publicación formal. Acracanthus es considerado un nombre de disertación, por lo tanto inválido.
Esqueleto de acrocantosaurio (NCSM-14345).
EL holotipo y paratipo (OMNH 10146 y OMNH 10147), descubiertos a principios de la década de 1940 y descritos al mismo tiempo en 1950, consisten en dos individuos incompletos con restos del cráneo, encontrados en la Formación Antlers en Oklahoma.4Dos ejemplares mucho más completos fueron descritos en los 1990s. El primero (SMU 74646) es un esqueleto parcial, que carece de gran parte del cráneo, que fue excavado en laFormación Twin Mountain en Texas y actualmente pertenece a la colección del Museo de Ciencia e Historia de Fort Worth.6 Y el más completo de los esqueletos (NCSM 14345, apodado "Fran") fue hallado también en la Formación de Antlers por coleccionistas privados, el cual fue reconstruido por el Instituto de Black Hills en Dakota del Sur, y actualmente reside en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte en Raleigh. Este es el espécimen más grande descubierto hasta ahora y posee el único cráneo y brazo completo.2Los elementos recobrados del paratipo son casi del mismo tamaño que los de NCSM 14345, sin embargo los del holotipo y SMU 74646 son considerablemente más pequeños.2De Acrocanthosaurus se conocen especímenes menos completos que no proceden de Oklahoma y Texas. Un diente del sur deArizona ha sido asignado a este género,11 y marcas de dientes han sido halladas en huesos de un saurópodo de la misma área.12Varios dientes de la Formación de Arundel en Maryland han sido identificados con los del acrocantosaurio e indican una posible distribución hasta el extremo este de Norteamérica.13 Muchos otros dientes y huesos, procedentes de varias formaciones geológicas alrededor del oeste estadounidense, se han asignado a Acrocanthosaurus, pero muchos han sido identificados erróneamente.14

Clasificación 

Acrocanthosaurus está clasificado en la superfamilia Allosauroidea, dentro del infraorden Tetanurae. Esta superfamilia se caracteriza por tener un par de crestas sobre los huesos nasales y lagrimales al tope del hocico y altas espinas neurales en las vértebras del cuello, entre otros rasgos.3 Fue originalmente incluido en la familia Allosauridae junto con el alosaurio,4 algo apoyado por algunos trabajos recientes.2 Otros investigadores lo clasifican dentro de la cercana familia Carcharodontosauridae.3 6 15 16 17
Filogenia y comparación del tamaño del cuerpo dentro de Allosauroidea
Cuando fue descubierto, Acrocanthosaurus y muchos otros grandes terópodos se conocían solo por escasos restos, lo que llevó a este género a variar constantemente de clasificación. J. Willis Stovall y Wann Langston primero lo asignaron a "Antrodemidae", un equivalente de Allosauridae, pero fue transferido al taxón "reciclable" Megalosauridae porAlfred Sherwood Romer en 1956.18 Para otros investigadores, la presencia de largas espinas sugieren un parentesco con Spinosaurus.19 20 Esta interpretación delAcrocanthosaurus como un espinosáurido persistió hasta los 1980s,21 y fue repetida en libros semi-técnicos de dinosaurios de ese entonces.22 23
Vértebras con largas espinas del Cretácico inferior deInglaterra se consideraron muy parecidas a las delAcrocanthosaurus,24 y en 1988, Gregory S. Paul las describió como una segunda especie del género, A. altispinax.25 Estos huesos fueron originalmente asignados aAltispinax, un terópodo conocido solo a partir de dientes, y esta asignación llevó a siquiera un autor a proponer que el mismo Altispinax fue sinonimo de Acrocanthosaurus.24 Estas vértebras fueron luego asignadas a un nuevo género, Becklespinax.26
Si el Acrocanthosaurus fue un alosáurido, tuvo que estar más relacionado a géneros del Jurásico como el Allosaurus y Saurofaganax.2Los analisis cladísticos que lo clasifican como carcarodontosáurido, comúnmente lo ubican en una posición basal alCarcharodontosaurus de África y Giganotosaurus de Sudamérica.3 6 27 Sin embargo, el Neovenator, descubierto en Inglaterra, es usualmente considerado un carcarodontosáurido aún más basal.3 6 7 Esto demuestra que la familia apareció en Europa y luego se dispersó a continentes sureños (en ese entonces unidos en el supercontinente Gondwana). Si el Acrocanthosaurus fue un carcarodontosáurido, entonces su distribución debió llegar incluso a Norteamérica.6 Todos los carcarodontosáuridos existieron desde principios hasta mediados del Cretácico.3

Paleobiología 

Función de los brazos

Como otros terópodos no-avianos, los brazos del acrocantosaurio no tocaban el suelo y no se usaban para la locomoción, sirviendo en cambio para la caza. Al haberse descubierto un brazo completo (NCSM 14345), se realizó el primer estudio de la función y movimiento de los brazos del acrocantosaurio.28 El estudio permitió conocer la amplitud de la articulación y el ángulo máximo de apertura. En muchas de las articulaciones las caras óseas no se contacaban directamente, evidenciando una gran presencia de cartilago en la uniones como en muchos arcosaurios. Otro descubrimiento es que llevaba los brazos en posición encogida contra el cuerpo, con los brazos colgando de los hombros con el húmero plegado levemente hacia medial, el codo doblado, y las garras mirando hacia adentro.28
Esqueleto de Acrocanthosaurus (NCSM 14345) montado en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.
El hombro del acrocantosaurio poseía un rango de movimiento menor que el de los humanos. Los brazos no podían hacer un círculo completo pero podía retraerlo 109º grados de la línea vertical. La protracción estaba limitada solo a 24° de la vertical. Y una abducciónde alrededor del 9° en horizontal. El radio y la ulna estaban unidos no permitiendo lapronación o supinación.28 El movimiento del codo también fue limitado comparado a los seres humanos, con una amplitud total de movimientode solamente 57°. El brazo no podía extienderse totalmente, ni podría flexionarse muy lejos, con el húmero incapaz incluso de formar un ángulo recto con el antebrazo.28
Ningunos de los carpales fueron encontrados juntos, sugiriendo un montón de cartílago en la muñeca. Cuando todos los dedos estaban hiperextendidos casi llegaban a tocar la muñeca y cuando se flexionaban convergían sobre el primer dedo. El primer dedo poseía una garra mas grande, permanecía flexionado casi contra la palma, el segundo la flexión era menor y el tercero podía estar extendido o flexionado.28
Antes del estudio de los miembros delanteros se suponía que eran usados para la caza, pero estos no podían abrirse lo suficiente como para atrapar el cuello de su presa. Es probable que no usaran los miembros superiores al comienzo del ataque, por lo que un acrocantosaurio debía iniciar el ataque con la boca. Cuando ya había atrapado a su presa, los brazos lo aferraban fuertemente contra el cuerpo impidiendo que la presa se escapase. Mientras que la presa luchaba por escapar, se habrían clavado mas profundammentes las garras permanentemente dobladas de los primeros dos dígitos. El hiperextensibilidad extremo de los dedos pudo haber sido una adaptación permitiendo al acrocantosaurio sostener la presa durante la lucha sin el miedo de una dislocación. Una vez que la presa fue atrapada contra el cuerpo, el acocantosaurio podría haberla matado a dentelladas. Otra posibilidad es que el acrocantosaurio sostuviece su presa con la boca, mientras que en varias ocasiones rasgaba grandes incisiones con sus garras de las manos.28


Cerebro y estructura interna del oído

En 2005, científicos recontruyeron una replica de la bóveda craneal de un acrocantosaurio usando tomografía computarizada para analizar los espacios intracraneales del holotipo (OMNH 10146). En vida, gran parte de este espacio estaba ocupado por el cerebro, lasmeninges y el fluido cerebroespinal. La mayoría de los rasgos del cerebro y los nervios craneales se pueden determinar de una replica endocraneal y compararla a las de otros terópodos. Así se demostró que el cerebro es parecido al de muchos otros terópodos, pero guarda más semejanza con el de los alosauroides tales como el carcarodontosaurio y el giganotosaurio, y no con los del alosaurio y del sinrráptor, siendo soporte para la hipótesis de que el acrocantosaurio fue un carcarodontosáurido.29
Digital endocranial endocast of the braincase of specimen NCSM 14345
El cerebro tenía forma de banana, sin mucha expansión en sus hemisferios, más parecido al de un cocodrilo que al de un pájaro, lo que sostiene una idea sobre el cerebro de los téropodos no-coelurosaurianos. El acrocantosaurio poseía grandes bulbos olfativos que indican un buen sentido del olfato. Al reconstruirse los canales semicirculares del oído, los cuales controlan el equilibrio, demuestran que la cabeza se mantenía a un ángulo horizontal debajo de los 25°. Esto se determinó al orientar la replica endocraneal para que el canal semicircular lateral sea paralelo al suelo, en la postura común de un animal alertado.29

[editar]Posibles icnitas

La Formación de Glen Rose del centro de Texas preserva muchas huellas fósiles (icnitas), incluyendo marcas de tres dedos de terópodos. La mas famosa serie de icnitas fue hallada en el lecho del río Paluxy en el Parque Nacional del Valle del Dinosaurio, siendo hoy exhibida en el Museo Americano de Historia Natural en Nueva York,30 pero varios otros sitios con huellas han sido descritos.31 32 Es imposible asegurar a que animal pertenece estas huellas. Pero se considera que fueron echas por acrocantosaurio.33
Condados en Texas donde se registran pisadas.
En 2001 un estudio comparativo de las huellas de Glen Rose no se han podido asigna a ningún terópodo en particular. Pero el tamaño del animal debió ser cercano al del acrocantosaurio. Y debido a la cercanía de Glen Rose a la formaciones de Antlers y Twin Mountain donde el único gran terópodo es el acrocantosaurio, es el más posible autor de las huellas.34
Cráneo de Acrocanthosaurus en el Museo de Ciencias Naturales de Carolina del Norte.
La famosa vía de Glen Rose mostrada en Nueva York incluye huellas de varios terópodosmoviéndose en la misma dirección que docesaurópodos. La huellas de los terópodos se encuentran sobre la de los saurópodos. Esta podría ser la mejor evidencia de caza cooperativa entre los acrocantosaurios ya que estarían acechando a los saurópodos.30 Aunque es posible también hay otras probables explicaciones, como la de terópodos moviéndose en forma independientes, en distinto momento de tiempo, que las huellas se hallan hecho con varios días de diferencia.35 En un punto donde las huellas se cruzan, uno de los rastos de un teropodo, desaparece, lo que por muchos es evidencia de un ataque.36 Otros científicos no apoyan la teoría ya que el saurópodo no cambia de marcha como seria de esperar luego de un ataque.35

[editar]Patología

El cráneo del holotipo deAcrocanthosaurus atokensis muestra una ligera exostosis en el material de la escamoso. La espina neural de la undécima vértebra estuvo fracturada y termino sanando, mientras que la espina neural de la tercera vértebra de su cola tenía una inusual estructura de forma de gancho.37


Paleoecología


Acrocanthosaurus ha sido hallado en los estratos Albiano y Aptiano, hace 120 millones de años en la Formación Twin Mountain del norte de Texas, la Formación de Antlers del sudeste deOklahoma. Estas formaciones no han sida datadas por radiometria, pero la bioestratigrafía fue usada para datar su edad. Con base en los cambios en los taxones de amonitas, el límite entre el Aptieno y Albiano del Cretácico Inferior se ha situado dentro de la Formación Glen Rose de Texas, que puede contener huellas Acrocanthosaurus y se encuentra justo por encima de la Formación Twin Mountain. Esto indica que la Formación Twin Mountain se encuentra en su totalidad dentro del etapa Aptiano, que duró desde 125 hasta 112 millones de años. También las pisadas de la cañada Rose pertenecen a esta época38 La Formación Antlers contienefósiles de Deinonychus y Tenontosaurus, que también se han encontrado en la Formación Cloverly de Montana, que ha sido radiométricamente fechada entre el Aptiano y Albiano, lo que sugiere una edad similar para la Formación Antlers.39 3 Por lo tanto Acrocanthosaurus lo más probable es que haya existido entre 125 y 100 millones de años atras.3 Un diente de sudeste Arizona ha sido referido a este género,11 y marcas de dientes de huesos desaurópodos de la misma area.12 Varios dientes de la Maryland han sido descritos como perenecientes a Acrocanthosaurus y representan el registro más al este.
Durante esta época, el área donde fue hallado fue una zona pantanosa que drenaba hacia el mar. Millones de años después el mar invadiría la zona creando el Mar Niobraran que dividió Norteamérica en dos hasta finales del cretácico La Formación Glen Roserepresenta un ambiente de costa donde el acrocantosaurio dejo sus huellas en las marismas de la antigua línea de maras.Acrocanthosaurus fue el mayor depredador de su zona, y es de esperar que necesitara un gran territorio y que estos incluyan distintos terrenos de cazas.34 Ls presas potenciales son saurópodos como el Paluxysaurus40 o posiblemente el enorme Sauroposeidon,41 así como grandes ornitopodos como Tenontosaurus.42 El pequeño terópodo Deinonychus que solo alcanzaba 3 metros de largo era poca competencia para el gigante Acrocanthosaurus.39